Esta es la continuación de la historia de Florencia Melero, una inmigrante argentina, quien pasó de aprender francés a tener un puesto de trabajo en la TV de Montreal. En esta segunda parte, hablaremos de su travesía de Argentina a Canadá y cómo se convirtió en empresaria exitosa junto a su esposo, Ramiro.
Este blog abordará los innumerables retos que tuvo que enfrentar desde los procesos o trámites frente a Inmigración, los desafíos personales y su visión clara en el modelo de negocio que decidió emprender hasta alcanzar el éxito en Canadá. Espero que esta historia sea inspiradora para los futuros inmigrantes emprendedores. ¡Comencemos!
El camino de un inmigrante emprendedor en Canadá puede presentar retos inesperados, no solo en el ámbito profesional, sino también en el personal. A veces, las circunstancias de la vida nos llevan a considerar decisiones drásticas, incluso cuando el progreso profesional es evidente.
Florencia contaba con un buen trabajo y una trayectoria laboral prometedora, pero en lo personal enfrentaba dificultades. Esta situación la llevó a contemplar la idea de dejar Canadá de forma definitiva. En sus propias palabras, fue una cuestión "más emotiva que laboral", ya que profesionalmente se sentía satisfecha y con amplias posibilidades de crecimiento.
Sin embargo, a pesar de la fuerte inclinación a partir, Florencia tomó una decisión crucial que, a la postre, resultó ser sumamente acertada: completar el tiempo requerido por la ley canadiense para la ciudadanía. Había permanecido un último año con el objetivo de obtener este estatus, y esa elección fue determinante.
La previsión de Florencia fue clave. Es fundamental comprender que, para optar a la ciudadanía canadiense, un residente permanente debe haber vivido en Canadá al menos 1095 días (equivalente a tres años) dentro de los cinco años anteriores a la fecha de la solicitud. Si Florencia hubiera abandonado el país y superado el tiempo permitido fuera de Canadá durante ese periodo de obligación de residencia, habría arriesgado la pérdida de su estatus de residente permanente y, por ende, la posibilidad de obtener la ciudadanía. Apegarse a este requisito legal fue clave para preservar su futuro en el país.
Comprender los tiempos y requisitos para la ciudadanía es básico en la planificación migratoria en Canadá. ¡En este blog, explico el tema de la ciudadanía y los 1095 con más detalles!
Emigrar a un nuevo país como Canadá es sinónimo de vivir una realidad multifacética; es un sueño que va más allá de las oportunidades profesionales. Los recién llegados a menudo se enfrentan a un entorno desconocido, a un nuevo idioma y al reto de construir una vida social desde cero. Estas circunstancias pueden poner a prueba la resiliencia personal y las relaciones más cercanas.
Florencia tenía una carrera establecida en Montreal, e incluso teniendo éxito profesional en un país acogedor, experimentó un profundo sentido de añoranza y soledad que la llevaron de vuelta a Argentina, su país de origen.
Pero lo que parecía un "retorno al inicio" se convirtió en un nuevo hermoso capítulo. En Argentina, Florencia se reencontró con Ramiro, y juntos, impulsados por su pasión por el arte, establecieron un exitoso estudio fotográfico. Este proyecto profesional floreció en paralelo con la formación de su propia familia, demostrando que las decisiones más difíciles pueden abrir puertas a futuros inesperados y gratificantes.
La historia de Florencia subraya que la experiencia en Canadá, con el aprendizaje del francés, las amistades forjadas y la eventual obtención de la ciudadanía, constituyó una valiosa preparación. Cada paso de su viaje, incluso las pruebas personales, la empoderó para los éxitos que vendrían después. Emprender siendo inmigrante tiene sus retos, pero también sus gratificaciones.
La travesía de un emprendedor inmigrante hacia el éxito en Canadá es una historia de visión, adaptación y resiliencia. Florencia y Ramiro tenían una idea de negocio clara: un estudio de fotografía para bebés, esta idea, combinada con la capacidad de adaptarse a los retos que se presentaron en sus vidas, los hizo florecer como empresarios.
El origen de Melero Rodríguez Studio, con su enfoque en la fotografía de bebés, nació de una observación clave de Florencia durante su estancia previa en Canadá. Ella notó la popularidad de este nicho en los estudios fotográficos de Canadá y Estados Unidos, una tendencia que aún no era predominante en Argentina al momento de su regreso, no obstante, ellos decidieron capitalizar esta idea en su país de origen.
Aunque su empresa se estableció primero en Argentina y generó una buena clientela, las recurrentes fluctuaciones económicas y las crisis en Latinoamérica hicieron que el mantenimiento del negocio fuera cada vez más difícil. Esta situación, sumada a decisiones personales relacionadas con la vida familiar, los llevó a considerar nuevas alternativas.
La idea de Canadá, un lugar que Florencia ya conocía, comenzó a resurgir. En 2015, una visita a Montreal, aprovechando un curso en Estados Unidos, transformó por completo la perspectiva de Ramiro. Aunque inicialmente no tenía grandes expectativas, la experiencia en la ciudad lo cautivó.
"Dije ¡wow!, este lugar es hermoso… No entendía por qué ella se había ido de un lugar así para volver a la Argentina. Hay mucho respeto, mucho silencio. Todo parecía organizado y que funcionaba, no había riesgos, no había inseguridad, entonces empezamos a evaluar… no fue ahí, pero nos quedó esa idea…", relata Ramiro.
La descripción de Ramiro capta la esencia de Montreal: una ciudad francófona en Quebec que ofrece un equilibrio entre el costo de vida y los salarios, con precios de vivienda más asequibles que en otras regiones de Canadá. Esta combinación de estabilidad y oportunidades hizo que la idea de reubicar su emprendimiento en Canadá se volviera cada vez más atractiva.
La trayectoria de Florencia y Ramiro subraya la importancia de emprender con un enfoque claro y la disciplina de adaptarse a los requisitos y al entorno canadiense.
Tal como lo he mencionado en otros temas de nuestro blog, emprender en Canadá exige más que solo una buena idea; requiere conocer a fondo el mercado e identificar un nicho específico, el de Florencia estaba muy bien definido: fotografías de recién nacidos. Ahora bien, más allá de la idea y la visión claras, es fundamental adherirse a las regulaciones migratorias y empresariales de este país. El sistema canadiense valora la preparación, el dominio del idioma, una sólida planificación financiera y el cumplimiento riguroso de cada paso, ya sea para emprender o para obtener un permiso de trabajo, una nominación provincial o la residencia permanente.
La disciplina en seguir los procedimientos y la claridad en el modelo de negocio son tan vitales como la pasión emprendedora. La experiencia de Florencia y Ramiro es un poderoso recordatorio de cómo la previsión, la resiliencia y la capacidad de adaptarse a un nuevo entorno pueden convertir un proyecto empresarial en un éxito duradero en Canadá. Su historia es un claro ejemplo de cómo una visión empresarial bien definida puede encontrar su hogar y prosperar en el prometedor mercado canadiense.
Florencia enfatiza la importancia de la preparación: "Si uno quiere mudar un emprendimiento, hay que saber qué se va a encontrar del otro lado y conocer un poco más la cultura y el idioma. Eso para mí es lo primero. No hay que ir improvisando." Su dominio del francés y el inglés de Ramiro fue crucial para su inserción en un mercado que, aunque tiene una porción latina, es predominantemente diferente. Esta experiencia los llevó a buscar la información y el apoyo necesarios. "Empecé a mirar videos de YouTube y de gente que ya estaba acá y ahí conocimos Immiland y nos dimos cuenta de que había gente que guiaba el proceso...", recuerda Florencia, destacando la necesidad de información precisa para estructurar su proyecto, especialmente en aspectos migratorios complejos como el patrocinio de pareja.
Hoy, The MELERO newborn no solo está haciendo historia como uno de los estudios de fotografía de bebés más reconocidos en Montreal, sino que también sirve de inspiración para extranjeros en Canadá que quieren emprender.
¿Alguna vez ha dudado de si tendrá éxito al emprender como inmigrante en Canadá? Si es así, recuerde que la resiliencia y el triunfo de Florencia son la demostración perfecta de que, con una visión clara y la orientación adecuada, es posible construir una gran empresa y una vida plena en este país.
En Immiland Law Professional Corporation, ofrecemos servicios de representación y asesoría migratoria para acompañarle en cada etapa de su proyecto de vida y de negocio en Canadá. Contamos con la experiencia y el conocimiento necesarios para guiarle desde la planificación inicial de su emprendimiento hasta la incorporación en el mercado. No deje que las dudas frenen su potencial de emprendedor; permítanos ser su aliado y recorrer junto a usted este apasionante mundo.
Espero que esta historia lo inspire y se convierta en un inmigrante empresario exitoso. Contáctenos hoy mismo para descubrir cómo podemos ayudarle a construir su futuro en Canadá.
Hasta aquí lo acompaño por hoy, no sin antes compartir el video completo de este hermoso testimonio, con las imágenes y voces de sus protagonistas.
¡Gracias por leer este blog! ¡Nos vemos pronto!
Con amor,
Immiland Law Professional Corporation